La idea de que ustedes apreciaran la más reciente película de Pedro Almodovar fue con el fin de que relacionaran el tema central de esa obra cinematográfica con algunas lectura, como es el caso de La Blanquitud de las imágenes, de Bolivar Echeverría. Ahora, les publico unos fragmentos del libro La Transparencia del mal, del filósofo frances Jean Baudrillard para complementar su análisis. Inclusive pueden abordar la tesis del HomoVidens, del filósofo italiano Giovanni Sartori.
Baudrillard indica que "el cuerpo sexuado está entregado actualmente a una especie de destino artificial. Y este destino artificial es la transexualidad. Transexualidad. Transexual no en el sentido anatómico; si no en el sentido mas general de travestido, de juego sobre la conmutación de los signos del sexo y, por oposición al juego anterior de la diferencia sexual, de juego de la indiferencia sexual, indiferenciación de los polos sexuales e indiferencia a; sexo como goce. Lo sexual reposa sobre el goce (es el leitmotiv de la liberación), io transexual reposa sobre el artificio, sea este el de cambiar de sexo o el juego de los signos indumentarios, gestuales, característicos de los travestis".
"En todos los casos operación quirúrgica o semiúrgica, signo u órgano, se trata de prótesis y, cuando
como ahora el destino del cuerpo es volverse prótesis, resulta lógico que el modelo de la sexualidad sea la transexualidad y que esta se convierta por doquier en el lugar de la seducción.
Todos somos transexuales. De la misma manera que somos potenciales mutantes biológicos, somos
transexuales en potencia. Y ya no se trata de una cuestión biológica. Todos somos simbólicamente transexuales.
Sobre el finado rey del pop, Michael Jackson, Baudrillard afirma que este era una especie de ser mutante, un travesti, "un ser genéticamente barroco, cuyo look erótico oculta la
indeterminación genérica".
Todos son «gender-benders», tránsfugas del sexo. Michael Jackson, por ejemplo. Michael Jackson es un mutante solitario, precursor de un mestizaje perfecto en tanto que universal, la nueva raza de después de las razas. Los niños actuales no tienen bloqueo respecto a una sociedad mestiza: es su universo y Michael Jackson prefigura io que ellos imaginan como un futuro ideal. A lo que hay que añadir que Michael Jackson se ha hecho rehacer la cara, desrizar el pelo, aclararla piel, en suma,
se ha construido minuciosamente: es lo que le convierte en una criatura inocente y pura, en el andrógino artificial de la fabula, que, mejor que Cristo, puede reinar sobre el mundo y reconciliarlo porque es mejor que un niño-dios: un niño-prótesis, un embrión de todas las formas sonadas de mutación que nos libelarían de la raza y del sexo.
"Se podría hablar también de los travestis de la estética, de los que Andy Warhol sería la figura emblemática. Al igual que Michael Jackson, Andy Warhol es un mutante solitario, precursor de un mestizaje perfecto y universal del arte, de una nueva estética para después de todas las estéticas. Al igual que Jackson, es un personaje completamente artificial, también el inocente y puro, un andrógino de la nueva generación, una especie de prótesis mística y de maquina artificial que, por su perfección, nos libera tanto del sexo como de la estética."