jueves, 30 de septiembre de 2010

Sobre la Imagen y la Imaginación

Autor: Dora Maar

De acuerdo al investigador norteamericano W. J. T. Mitchell, definir la palabra imagen resulta sumamente complejo, sobre todo si deseamos encasillar el término imagen a un solo significado. Una imagen puede representar un diagrama, una escultura, una pintura, una fotografía, una ilusión óptica, alucinaciones, sueños, poemas, espectáculos, proyecciones, patrones, memorias e incluso ideas. "Imagen es  un término ambiguo que en muchas ocasiones es mal empleado y puede significar muchas cosas de acuerdo al contexto en el que se utilice. Es indispensable entender la palabra imagen en su contexto que puede ser espiritual, material, mental o verbal". 1

Mitchell afirma que el sentido literal de la palabra imagen es una representación pictórica, gráfica, un objeto material concreto, y nociones tales como la imagen mental, verbal o perceptual son derivaciones impropias de ese sentido literal, y que están más cercanas a un sentido pictórico. Sin embargo, la historia sobre la palabra imagen puede ser contada desde aquella tradición antipictórica, y dicha noción comienza con la misma creación del hombre como imagen y semejanza de Dios.

Asimismo, si bien en algunas etapas la imagen visual se entendió como una especie de semejanza con su referente, y se le demandaba un carácter mimético, también es cierto que esta imagen ha logrado romper esas ideas y fracturar las apariencias de lo "real", buscando la creatividad en el inconsciente, en lo onírico. De aqui que la imagen se relacione con la imaginación.

Dadaístas, surrealistas, cubistas y otros movimientos estéticos demostraron que la imaginación, que la phantasía ocupaban un lugar primordial en la creación de imágenes visuales, y muchas de estas imágenes partían de imágenes mentales, surgidas en la prosa, en el verso, en el inconsciente.  De acuerdo a Gaston Bachelard, el vocablo fundamental que corresponde a la imaginación no es el concepto de imagen, sino imaginario. "Queremos siempre que la imaginación sea la facultad de formas imágenes. Y es más bien la facultad de deformar las imágenes suministradas por la percepción y, sobre todo, la facultad de librarnos de las imágenes primeras, de cambiar las imágenes. Si no hay cambio de imágenes, unión inesperada de imágenes, no hay imaginación, no hay acción imaginante. Si una imagen presente no hace pensar en una imagen ausente, si una imagen ocasional no determina una provisión de imágenes aberrantes, una explosión de imágenes, no hay imaginación". 2


1. W. J. T. Mitchell Iconology, image, text and ideology USA. The University of Chicago Press, 1987, p. 31
2. Gaston Bachelard  El aire y los sueños Fondo de Cultura Económica. México, novena reimpresión, 2009.

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