jueves, 13 de enero de 2011

Fotografía narrativa

Duane Michals, fotógrafo norteamericano de formación autodidacta es para quien esto escribe el mejor exponente de lo que podría denominarse como fotografía narrativa, incluso su obra es calificada como conceptual y de índole filosófica.


Michals destaca por incorporar a su obra textos que le otorgan sentido a las imágenes y a la vez, esos textos nos permiten jugar con el significado de las mismas imágenes.









Las imágenes fotográficas de este autor son una invitación para explorar las posibilidades del registro fotográfico. Michals crea escenarios en espacios urbanos donde pone en juego su imaginación al inventar breves historias cuyo final sorprende al espectador.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La imagen en crisis, información y/o estética



La imagen informa, educa, pero también mediante ella se imponen criterios, prejuicios. El problema surge cuando las imágenes -en la búsqueda de la plasticidad- nos provocan confusión, ya que no acertamos a definir cuál es su esencia, debido en gran parte a la mezcla de estilos, a la hibridación, a la apropiación y la resignificación mediante los remakes de la época que nos ha tocado vivir. Esto indica una crisis de la imagen en cuanto a su clasificación y estudio.

Para algunos investigadores, entre los que destaca Pepe Baeza, en la actualidad la imagen está en crisis. Los estilos se han fragmentado, roto. Hoy en día es muy frecuente observar imágenes cuya esencia es contradictoria. Las imágenes que Oliverio Toscani trabajó durante su paso por Benetton provocaban una gran polémica porque había imágenes que se extrajeron de su ámbito original para ubicarse dentro del ámbito publicitario. 

En la ya mítica campaña de Benetton, nos encontramos con una imagen de tipo híbrido, una imagen que rompía las clasificaciones y se instalaba entre lo informativo y lo estético. De acuerdo a Pepe Baeza las imágenes de Benetton se constituyen en el exponente máximo de tres categorías comunicativas distintas: periodismo, publicidad y arte, y contribuyen de paso, a dinamitar los límites entre las tres. 

Es la comunicación persuasiva la que domina estos géneros, la que domina este juego y la que obtiene un beneficio práctico. No se trata de favorecer la interrelación de estéticas para que se enriquezcan con el intercambio (aunque ésta pueda ser la consecuencia positiva y de progreso de una iniciativa de índole persuasiva y de control).


Sin embargo, se debe tomar en cuenta que la imagen icónico-visual, por sus mismas características, impone, como afirma Diego Lizarazo, una semántica más vasta, porque no sólo tenemos representaciones que atienden a lo mimético y lo referencial, como en el caso de la fotografía, sino que también abundan las expresiones estéticas, pláticas que aluden a lo expresivo, a lo abstracto, a lo surrealista.

Interpretaciones icónicas, el lienzo guadalupano

En Interpretaciones Icónicas, obra coordinada por Diego Lizarazo,  Margarita Zires, profesorea investigadora de la UAM-Xochimilco, nos ofrece un interesante texto donde aborda las resignificaciones que distintos artistas plásticos han elaborado sobre la imagen de la Virgen de Guadalupe. Dichas resignificaciones donde se altera y transforma el "cuerpo-signo" de la Guadalupana nos informan sobre los cambios constantes que presenta esta imagen de acuerdo a las "épocas y movimientos sociales que se la apropian".

Obra de Enríque García Saucedo

En las imágenes que ilustran dicho texto podemos observar la creatividad que despliegan diversos artistas plásticos para desacralizar la imagen institucional de la guadalupana, ello con el fin de hacerla más personal, más íntima, más cercana.


De acuerdo a la lectura, si consideramos a la imagen de la Virgen como un signo, y la relacionamos con la noción de estructuralidad, veremos que un signo no es una estructura cerrada, limitada; es decir, no es fija en el tiempo, sino que los elementos que la constituyen pueden variar, y con ello se tranforma su estructuralidad. Es decir, el signo no poseee una estructura estable y puede entrar en contacto con otros elementos que, al alterar el significado, buscan alterar el significante.

Las imágenes sufren alteraciones de acuerdo al contexto donde se les mira y se les resignifica.

Esquema sobre la imagen y los conceptos que se derivan de ella

Imagen (gráfica, mental, onírica, visual)

                    Representación mental
                     (ideas, proyectos, sueños)

                     Representación icónico-lingüística
                      Comunicación escrita y verbal 
                      (lenguaje, signos lingüísticos,    
                      narrativa, poesía, etcétera)

                     Representación Icónico-visual
                     Comunicación gráfica.
                     Bidimensional y tridimensional
                    (dibujo, pintura, escultura, fotografía,
                     virtual, multimediática)


Características de la imagen de acuerdo a la percepción del emisor y el receptor.
En nuestro afán por clasificar toda obra producto de la inteligencia y la creatividad humana, así como de la naturaleza, hemos optado por tipificar el contenido de las imágenes. De tal modo, la imagen puede ser tanto informativa como estética; es decir, la imagen puede tener una sola de estas características, o bien poseer ambas. En el caso de la imagen lingüística, tanto lo informativo como lo estético se pueden apreciar en las imágenes literarias de algunas novelas o poesías.
En el caso de las imágenes gráficas, icónico-visuales la mayor parte de nosotros obtenemos un placer estético al contemplar sólo la belleza o las cualidades de la obra, sin embargo, la imagen icónico-visual también nos provee de información, como es el caso de los diagramas, los esquemas, las fotografías, o los símbolos que se encuentran en algunos grabados, pinturas o dibujos 
Cuando nos detenemos a apreciar una imagen, cuando la analizamos, estamos elaborando una “operación semántica”, es decir, estamos tratando de obtener información mediante los trazos, los colores, las formas, los detalles. Todo ello nos ofrece datos sobre la imagen, datos que nos dan información y nos causan placer o repulsión.
Para Diego Lizarazo, la semántica de las imágenes apela también al contexto donde se produce o analiza una imagen, a los usos de la misma, a lo simbólico. La imagen no puede decir, sin mostrar. Toda elaboración icónica es también una elaboración plástica. Para reforzar esto, recuerden las lecturas sobre las diversas interpretaciones de la imagen de la Virgen de Guadalupe, así como la relacionada a la blanquitud de la imagen”, donde el Bolivar Echeverría nos da la referencia de los usos simbólicos, políticos y sociales que se le dan a ciertas imágenes para que sean aceptadas en un entorno. De la lectura podemos desprender que las imágenes que se producen en ciertas sociedades llevan carga política que demanda cierto comportamiento, cierta actitud por parte de los ciudadanos. 

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La imagen pornográfica

  El Origen del Mundo, de Gustave Courbet (1865-1866)

De acuerdo a Roman Gubern, la imagen pornográfica es la representación icónica del falo en erección y de las prácticas sexuales, lo cual ya se daba en la antigua Grecia y en la Roma paganas. La reproducción visual del falo y las prácticas sexuales se dio de manera generosa en la cultura hindú. De hecho, se puede considerar que las imágenes más antiguas donde se representan actos sexuales se encuentran en algunos templos hinduístas como el de Khajuraho.  En el templo de Kandariya Mahadeva, que se estima fue terminado a mediados del siglo XI, se pueden observar estatuas de amantes cargados de un sofisticado erotismo. Las esculturas en este templo son delgadas y esbeltas, y muestran la variedad más rica de ninfas en posturas animadas.





"A diferencia de la pornografía escrita, que permie imaginar, o mejor, que activa la imaginación del lector, la pornografía icónica bloquea la imaginación del voyeur, sujeto a la imposición de lo imaginado y antes visualizado por otro. Pero las artes de la imagen son por naturaleza altamente funcionales para la gratificación pornográfica, ya que el carácter analítico del encuare permite operar una selección óptica de las zonas visualmente más erógenas, mientras que la selectividad analítica del montaje permite guiar con los mismos criterios la mirada del espectador... Por eso, si la fruición del espectáculo cinematográfico se basa por definición en el vouyerismo, la fruición y la adición al género pornográfico constituye el ejemplo más modélico de iconomanía, iconofilia, idolomanía o iconolagnia.".
Ètant donnes. Autor: Marcel Duchamp

Podemos apreciar que esas representaciones no se consideraban prohibidas ni pecaminosas en algunas culturas, sin embargo, en otras eran consideradas como prohibidas, y todo ello dependía de los valores morales de cada sociedad ; asimismo esos valores cambiaban de acuerdo a la época.

Al citar a Alan Soble, Gubern indica que la pornografía es un género masculino,  ya que la pornografía de las mujeres se halla en el sentimentalismo de las novelas y de los melodramas radiofónicos y televisivos, debido a la psicosexualidad holística de las mujeres. Por otra parte, también se habla de un carácter didáctico de la pornografía al considerarla como una escuela de técnicas eróticas, fuente de gratificación hedonista y para personas física y socialmente marginadas."La gente disfruta viendo a otra gente hacer bien aquello que a ellas les gusta hacer...".

“La meta de la pornografía reside en la edificación de un imaginario que dinamite selectivamente ciertos tabúes sociosexuales, el imaginario del cine porno no sadomasoquista ha liberado al imaginario cinematográfico de la violación de la mujer, ya que en este género la mujer suele hallarse en perenne y entusiasta estado de disponibilidad sexual lo que evacua automáticamente el fantasma d ela violación”. (Gubern, 2005. P. 17)

Tal como afirma Gubern, la pornografía no sólo es visual, sino verbal o escrita, y ésta lleva a la creación de imágenes mentales por parte del lector o el escucha. Agrega que la pornografía icónica bloquea la imaginación del Voyeur, sujeto a la imposibilidad de lo imaginado.

La industria pornográfica se desarrolló para estimular la sexualidad masculina, ya que éste se tiene una mayor excitación erótica por medio de lo visual, y por el contrario, la mujer es más sensible al rito, a la verbalizad y la tactilidad. La hipersensibilidad erótica del hombre mediante lo visual lo convierte en destinatario de los estímulos porno…

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Iconoclastas e iconófilos

Mosaico Bizantino del s.XIII, en la galería sur de Hagia Sophia en Constantinopla

Tanto la iconoclasia como la iconofilia provienen de la relación que tenemos con los íconos. Los íconos son signos o símbolos, son imágenes, representaciones que tienen una gran semejanza con lo que se intenta representar. Es decir, al parecer hay una relación de analogía entre la representación y lo representado. Así, las imágenes de Cristo, de las Vírgenes y de los Santos son veneradas pues se considera que son imágenes análogas, una especie de index que puede no sólo representar sino sustituir a lo representado. Con ello queremos decir que las imágenes dejan de ser sólo eso, imágenes, para convertirse en dioses. No es la imagen del Dios, es el Dios en sí.


Sin embargo, esta relación que guardamos para con las imágenes no ha sido clara. En algunos pasajes de nuestra historia se han presentado querellas entre aquellos que consideran que las imágenes pueden ir más allá de la representación y aquellos que estiman que las imágenes no son necesarias y que sólo llevan a la idolatría.

En la historia de la Iglesia se registran estas querellas entre iconoclastas e iconofilos, con los resultados ya conocidos por todos nosotros. En ciertos periodos de nuestra historia, ciertas imágenes se consideraron prohibidas. Hoy en día, ciertas religiones no permiten el uso de imágenes para representar a Dios o  a Cristo, o bien a sus profetas. Por el contrario, otras religiones consideran adecuado el uso de las imágenes para que sus fieles seguidores cuenten con una representación visual ante la cual venerarse o rezar.
Retablo Bizantino con la imagen de San Miguel Arcangel

La lucha entre iconoclastas e iconófilos no se reduce al ámbito religioso, sin embargo, es alli donde ha cobrado más fuerza...

domingo, 31 de octubre de 2010

Sobre la imagen y el mito

Representación de una Venus prehispánica en el Museo Diego Rivera. Coyoacán, ciudad de México, año 2010





La Mantícora, mito de origen persa. 

Para comprender la relación entre imagen y mito vamos a definir esta última palabra. De acuerdo a Joseph Campbell, el mito es la materia de nuestra vida, la materia de nuestro cuerpo y nuestro ambiente. Agrega que el mito se ocupa de la naturaleza del conocimiento de una época. (Campbell, 2000)

El mito es una creación del hombre. Nadie más que él es capaz de crear mitos para explicarse su derredor. El tema del mito es la creencia. Así como los antiguos, de acuerdo a Campbell, pedían perdón al animal por haberlo cazado y le realizaban una ceremonía por haberles ofrendado comida, nuestras sociedades contemporáneas, atravesadas por el mito, le agradecen por igual a distintos dioses por haber prodigado el alimento diario. El mito tiene raíces muy antiguas que se pierden en la historia del tiempo. Los hombres precisaron de la creación de mitos para explicarse su vida.

De acuerdo a Enrique Florescano, el mito es una de las principales expresiones de la mentalidad colectiva, cuyo rasgo distintivo es ser un medio de transmisión de memorias grupales o comunitarias. Se trata de una creencia social compartida; del instrumento idóneo para manifestar las más recónditas aspiraciones de una colectividad.

Para Mónica Gómez Salazar, de la Universidad Nacional, "si por algo se caracterizaron los mitos fue precisamente por formar parte de la vida real de los hombres arcaicos, de tal suerte que sus rituales no eran concebidos desde fuera, en forma abstracta; por el contrario, aquellos hombres los vivían penetrándose en una atmósfera sobrehumana que hacía girar su existencia conforme a los preceptos míticos. Conocer el mito, significaba conocer la creación y el origen de las cosas, entender este origen permitía el control sobre lo que se conocía y significaba el acceso a vivir dominado por la potencia sagrada, por lo tanto a mantenerla y respetarla como modelo. Dentro de este patrón a seguir el hombre vivía el mito, de ahí la aparición de tribus en las que se practican actos orgíasticos y otro tipo de conductas extrañas, sin embargo, el estudio de tales conductas no debe de calificarse de salvajismo o intrusión patológica, debe entenderse dentro de un contexto cultural y humano, en el sentido en que el hombre mítico vive con el mito y de acuerdo a él, el mito y su reactualización forman parte de su realidad, aún más, sobrepasan su entorno para convertirse en el modelo a seguir. De igual manera como los Seres Sobrenaturales actuaron, así el hombre deberá ser y vivir, al vivir de esta manera pasará de una realidad cotidiana, a aquella en la que el tiempo cambia convirtiéndose en presente, este tiempo sagrado es parte de lo que está en el origen, en la causa que dió cabida al hombre en el mundo, y no sólo a él, sino también al mundo en sí mismo. Este realidad sobrenatural le da sentido a la vida del hombre y de ahí el rechazo a entender el mito como ilusión o mentira.



Sobre los ritos elaborados a partir de los mitos, Gómez Salazar estima que "el rito como la puerta por la cual el hombre tiene acceso al tiempo y naturaleza Sagradas, también denota el acceso a los preceptos por cumplir. En otras palabras, el mito expresa, según asienta Malinowski, una realidad más original y de mayor sentido que la de la vida cotidiana, pareciera que ésta última se volviera frívola junto a la inmensidad de la Sobrenatural, el sentido real de la vida de los hombres arcaicos se basaba en los mitos, eran éstos los que llenaban de dirección y de luz a los hombres, era esta realidad sagrada la que les indicaba cómo dirigirse y como cumplir en su vida diaria, se trataba del modelo a seguir para vivir como era establecido, de ahí el sentido de los mitos, son el fundamento de la actividad del hombre, son parte de su propia realidad porque él mismo es producto de la decisión y acción Sobrenatural, como tal, sigue la guía del ejemplo sagrado para existir en una realidad mundana que lo separa de su causa divina y con la que sólo puede tener contacto mediante el mito y su reactualización. De tal suerte, que el mito, el conocimiento del origen, no se reducen a conceptos, sino a realidades vividas y puestas dentro del círculo y tiempo sagrados. Es un ir y venir entre la base y la punta; sin la primera no hay sostén de la segunda, más aún, no hay razón de sostén, no hay sentido, no hay a dónde ir, todavía peor, no hay a dónde volver".


En relación con la imagen, los mitos tienen diversas expresiones. Primero fueron producto de imágenes mentales, que se pasaban por medio de la transmisión oral en las antiguas culturas. Posteriormente, los mitos llegeron a tener una representación visual y esas manifestaciones icónicas fueron objeto de culto y pleitesía, se les ofrendaban lo mismo objetos innanimados que seres humanos, se les construían templos, se les dedicaba la construcción de una ciudad, etcétera. Y de esa manera, ligadas a lo religioso, algunas imágenes visuales llegaron a considerarse sagradas, o como diría James George Frezer se imantaron con la carga del tabú. Es decir, algunas imágenes si bien podían venerarse no podían tocarse.